Prefiero no respirar, estoy capacitado para hacerlo, es lo único que me dejan
hacer en este lugar frío, lleno de humedad, de olores hediondos, de maneras muy particulares de escuchar gritar.
Me encierro en mis ausencias, me regocijo con pensar que no estoy cerca de mis compañeros de lucha, que la libertad me sufraga en votos en una urna imaginaria, que todo es sueño, que despertaré mañana en mic ama, con la voz de mi madre renegándome, luces, quiero luces en esta madriguera del odio y del espanto. Siento sus pasos por el corredor imaginario de mis deseos, son ellos, los verdugos indecisos, los que aceptan órdenes de una superioridad con olor a whisky y perfumes caros, son ellos, pasos que se acercan, me empieza correr una cálida humedad por mis entrepiernas, es miedo?, no, ya estoy acostumbrado al dolor de sus eléctricas perseverancias, ya no siento dolor, mas diría que la costumbre me ha hecho extrañar sus miradas en la camilla.
Pasan de largo, Tu turno compañero!....oye! que la patria no se hizo con estos bastardos, Tu turno compañero!...a mí... a mí me tocará mañana.
1979.