Hay momentos en que puedes llegar a renunciar a la vida simplemente porque algo no funcionó. basamos nuestra felicidad en cuestiones materiales, sin embargo suele ocurrir que el día menos pensado sin esperar siquiera un cambio, comienzas a recoger el fruto que durante años pensaste que nunca se daría, pensando que tu siembra fue en vano, y no es así! no comprendes porque había que esperar muchas decadas, o años de tu vida para saber que todo lo bueno siempre vendrá, y no con recompensas económicas sino aquellas que no puedes comprar con todo el dinero del mundo, Comienzas a sentir un gozo inexplicable, el deseo de amar y ser correspondido o simplemente que eres una persona con tanta dicha que puedes amar sin más. sin esperar nada a cambio. Y al mirar a otras personas y recordar aquellas escenas que tanto daño te hicieron, recordar aquellas noches de luna llena que tanto lloraste y ver con cuanto amor te quedaste y no haberlo podido dar y ahora
entender que no lo diste todo porque no era así. sino que tenías que guardar lo más importante para la otra persona que venía en camino y que sin conocerla y sin saber quién era, la estabas esperando. Y pensar siempre que aun cuando haya tenido muchas experiencias, nunca he dudado que el amor siempre estará ahí..esperando a ser visto y al final te tomara de su mano para recordarte que es real y que no importa cuánto tiempo tengas ni cantidad de años que lleves encima, ni el tiempo que lleves sólo, lo Importante es nunca rendirse y comprender que lo mejor siempre vendrá…