Si el cansancio le venciera, si las fuerzas ya no le dieran, si su aliento se extinguiera, si la sangre ya no le corriera….quien seguiría por ella??, acaso habría alguien dispuesto a ayudarle??.seguramente que si. Mas no se quiere detener a pensarlo, ya que el miedo le dice que podría caer en la desdicha de comprobar algo… pero comprobar que…??, comprobar que esta viva, comprobar que tiene deseos, virtudes, sueños, anhelos y….si también, comprobar que aun tiene mucha fuerza, comprobar que si puede llevar su grito de guerra.
Su orgullo se marchita, se amilana, se evapora, se desangra, por la herida profunda en su alma, y el miedo se hace su consejero; la lluvia… calma su sed por el sendero, ya que asi, sus lagrimas se confunden con las gotas de agua que ruedan por su rostro, y hacer mas llevadera la pesada carga que se posa sobre su dorso.
No encuentra el camino, la desdicha se ha vuelto su compañera; entre los surcos del cielo, ve inmensa aquella estrella, mas no ve su futuro, tampoco le interesa, solo cree en sus fuerzas, esas que apenas le quedan. Sus aspiraciones… ya no aspiran, sus sueños… ya no sueñan, su risa… ya no ríe y su llanto…la consecuencia de su pena; pero aun se apega a su existencia, y aunque piense que es vacía, que ya no tiene metas, siente entre su pecho, la fuerza de la supervivencia…..