En El Semaforo

Sudoroso, sediento y cansado
Se observa a un pobre niño asustado
El sol tropical de Managua
Lo tiene calcinado
A vender frituras y agua
Sus padres le han enviado
Entre un mar de autos y gente
Ofrece sus humildes productos
Que algunos observan con asco
Para este pobre niño, no hay escuela
Solamente la dura jornada
La más horrible secuela
Su inocencia condenada
Montados en autos lujosos
Viajan las pandillas del hampa
Observan lujuriosos
Al ruiseñor que canta
Mientras en la violenta Managua
Ya no queda esperanza
Disfrazados de corderos
Los peores lobos asaltan
Postrado ante el sol de la tarde
Un pobre niño que espanta
Tan famélica fisonomía
Por las calles se arrastra
Un conductor ebrio
Que a su lado pasaba
Le ha cercenado un miembro
Y huyó como bala
Cayendo la noche
En la vilipendiada Managua
Se escucha el triste pregón
Del hombrecito que a rastras
Vende, agua helada y vigorón
Para llevar a su casa
Algunas cuantas monedas
Y el dolor que tiene en el alma