Herido en el despliegue, de la cabagalta de la vida,
costos y beneficios, razones y versares nuevos
la tormenta acicala en cada razón inhibida...
manos que desatan la búsqueda de otros cielos,
los dolores del alma son espejos que reflejan
la caída vertical desde una cima que se esfuma,
abrazo la inteligencia de saber que hoy se quejan
mis poros arrebatados, mis flores que se desnudan.
Amor que te dí la franca, realeza de mis entrañas
casi al desespero del pasado irrebatible...
cuan un despertar que sabe a menudencias extrañas
dudas altisonantes que perfuman lo imposible,
herido en el agobio de una sutil encrucijada
permuto mi sensación al alcance de unas manos...
finas percepciones de engaños y de miradas,
vastas parsimonias, engranajes que soñamos...
y en mis ojos la humedad, la ira y el desconsuelo,
la tertulia de un loco arrebato consumado...
ya es tarde en la noche que en mis cielos
se nublan las razones, con nostalgias de lo amado.