Un llanto que puede ser mio

10 DE MAYO
Sucia, harapienta olvidada
De rostro bello en el pasado
Una mujer me suplicaba
Ser parte de aquel entarimado...
-æEstás loca de remate,
O acaso tu organismo enfermo
Y en la miseria que te abate
Tu cuerpo ofreces pues te late
Que ya serás de los gusanos
Presa total en esta madrugada?-
Y ella alzando el rostro suplicante
De prostituta tuvo su desplante
Y aclaró con la voz desencaja:
-¡Pobre miserable que confundes
La belleza con mi triste oficio,
Pues con mi cuerpo mísero y delgado
Veras que de los hombres soy el vicio
Que anhelan tener siempre a su lado!-
Placer les puedo dar a bajo precio
Sabrán de las glorias del infierno
Y no saldrá de mis labios un desprecio
Por más que su virilidad haya menguado!
Recorrerán mi aridez espeluznante
Y beberán del placer la amarga copa
Por repulsión me dejarán la ropa
Y Harán de su impotencia eco triunfante-¡
Impresionado por tanto desatino,
Aquel lugar non sancto abrí completo
Pues se bien que las redes del destino
De los mayores absurdos hace un reto.
Ella pasó y de mujeres hermosas
Supo de la burla y el desprecio
Cual aguardiente de entre burdas cosas
Fue la comunión que entre esas mariposas
Se consume al por mayor y a bajo precio.
Con el rostro pintado de amargura
La vi subir con gran premura
Una y mil veces más, aquellas escaleras
Sus piernas delgadas fueron tan ligeras
Que pareció elevarse su estatura
Y hasta sus vagos tintes de hermosura
Llegué a considerar nido de hogueras.
Una y otra vez, desde ancianos sin luz
Hasta los más apuestos mozos
Abrazados a su cintura inmensa
Como si fueran los más fieles esposos
Supieron desgraciados, venturosos,
Pagar con creces la íntima asistencia
No pude más y a dos o tres un día,
A mi soberbio regazo del burdel
Subieron con premura cruel
A contar la aventura, plena de indecencia.
Y conforme uno a uno fui escuchando
Mis ojos se fueron agrandando
Y en lágrimas de amargura agigantada
Evoqué con justicia mal pagada
Cuan hermoso es el cielo en la alborada.
Aquella dama de apariencia inmunda
Era una hija que perdió a su madre
Cuando en un gesto por demás cobarde
La dejó en un hospital abandonada
Y aquella anciana de calor necesitada
Vivir pudiera ahora si tan solo una mirada
Un beso o una oración de la hija amada
Le hubiera sido dado aun desde la tumba.
La conciencia jamás la dejó en paz
Y con profunda tristeza en la marchita faz
Levantó su rostro marchito y me gritó:
-¡Qué sabes tú de esta tristeza mía,
Si tu actitud tan soberbia como impía
Por mas que quieras con total decoro
Pretendas suplantar con brillo de oro
El amor de una mamá como la mía-¡
-Ella fue luz y entrega al infinito
Y hoy mi cuerpo débil y marchito
No puede ni tan solo acariciarla
Mil veces ya lloré sobre su tumba
Y se muy bien que de ultratumba
Mil veces he sido perdonada.
Se que ella viene cada diez de mayo
Y en mi mejilla triste y macilenta
Me ha dado tantos besos que ni cuenta
Me he dado que al sufrir
Mi anciana madre se vuelve a morir
En angustia, en desengaño, suave y lenta-.
-¡Mira este oro acumulado
Que uso para lavar el criminal pecado
De huir de su lado
Cuando ella más necesitaba.
Nadie me acusa; es la conciencia
Que me convierte en infeliz esclava
Y esta noche envuelta en criminal misterio
Haré otro viaje al cementerio
Y en esta rosa deshojada
De mi madre la hermosura eterna
Evocaré como genial linterna
Y ya después, me perderé en la nada!!!.
Poza Rica, Veracruz, 10 de mayo de 2007.
Antonio Reyes Patiño
Periodista, pozarricense.
* Tal vez este no sea el mejor mensaje para el Día de las Madres 20007, pero seguramente los hechos inéditos que narro, sean mi propio reflejo y tan solo sea una prostituta vieja, amargada e ingrata, que quiere expiar sus culpas, con una poesía.